Nota del editor: Eduardo Rendón-Salinas es biólogo de la Universidad Autónoma de México (UNAM) y ha estudiado la mariposas monarca por más de 30 años. Desde 2004 coordina el Programa de la mariposa monarca del Fondo Mundial para la Naturaleza en México, realizado junto con científicos mexicanos y en colaboración con las comunidades locales de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca.
(CNN Español) — La primera vez que visité lo que ahora es la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca, sentí como si hubiera entrado en las páginas de una novela de fantasía, donde hadas con delicadas alas bailan en los claros del bosque y todo parece posible. Pero la magia que atesoraba en mi juventud se está desvaneciendo de nuestro mundo, ya que la pérdida de hábitat y el cambio climático están provocando una rápida disminución de las mariposas monarca.
Este Día de la Tierra escuchará mucho sobre las muchas amenazas ambientales que enfrenta nuestro planeta. Pero las mariposas monarca son especiales, no solo por su belleza y su importante papel como polinizadores, sino porque las soluciones a los desafíos que enfrentan pueden abordarse a través de la acción individual.
Cada año, las mariposas monarca orientales se embarcan en un épico viaje multigeneracional. Al final del verano boreal, una generación especial emerge de los capullos en el sur de Canadá y el norte de los Estados Unidos y se embarca en un viaje de unas 2800 millas o 4500 km hacia los bosques de abetos del centro de México. Aquí encuentran refugio de las inclemencias del tiempo, un lugar ideal para sobrevivir durante el invierno boreal.
En la primavera se aparean y migran al norte, poniendo sus huevos en el sur de los Estados Unidos. Nacen tres generaciones más y continúan la migración hacia el norte de Estados Unidos y el sur de Canadá para poner sus propios huevos. Luego, el ciclo anual comienza nuevamente, ya que la quinta y última generación, los tataranietos de las mariposas Monarca que comenzaron este viaje el verano anterior, siguen el mismo camino de regreso al sur a sus sitios de hibernación en la Reserva. Biosfera de la mariposa monarca.
Para monitorear la salud de la especie, los científicos miden el área forestal en la reserva cubierta por estas colonias de mariposas monarca que pasan el invierno. La noticia no es buena: Según un informe reciente del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la presencia de mariposas monarca en la reserva se redujo en un 22% en solo un año, pasando de unas 2,8 hectáreas a solo 2,2 hectáreas, muy lejos de las 18 hectáreas de bosque que cubrían las mariposas monarca hace aproximadamente un cuarto de siglo.
Una migración saludable, así como bosques extensos y prósperos permiten que las mariposas monarca se reproduzcan y se alimenten a lo largo de su odisea. Desafortunadamente, la degradación forestal en México, en gran parte debido a la tala, ha reducido sus sitios de hibernación, mientras que la conversión de tierras en los Estados Unidos y Canadá ha reducido su hábitat de reproducción y alimentación.
En la reserva, la tala se ha convertido en un problema menor, pero han surgido otros factores. Entre 1994 y 2006, El mayor uso de herbicidas y pesticidas redujo drásticamente la cantidad de algodoncillo, la única planta en la que las mariposas monarca hembras ponen sus huevos, así como la única fuente de alimento para las orugas bebés. Además, entre 2004 y 2018, El aumento de las temperaturas y las condiciones climáticas extremas, ambas consecuencias naturales de nuestro clima inestable, afectaron la reproducción de verano y exacerbaron la disminución de las mariposas monarca.
Una mariposa monarca en el Santuario del Rosario, en el municipio de Ocampo, estado de Michoacán, México, el 11 de febrero de 2022. (Crédito: CLAUDIO CRUZ/AFP vía Getty Images)
Lo que está en riesgo no es solo la increíble migración de las mariposas monarca sino también los beneficios que nos ofrece, sin costo alguno. Los millones de mariposas que migran desde Canadá a través de los Estados Unidos hasta el centro de México y de regreso a los Estados Unidos recolectan néctar de las flores y esparcen polen a lo largo del camino. Estos pequeños migrantes son un pilar de los sistemas naturales que sustentan nuestra estructura agrícola. De hecho, aproximadamente el 80% de las frutas y verduras que comemos dependen de polinizadores como las mariposas monarca, por lo que su conservación es una cuestión de seguridad alimentaria y sostenibilidad ambiental.
Nuestra ventana de oportunidad para salvar a la mariposa monarca se está cerrando rápidamente. En 2022, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) designó a la mariposa monarca migratoria como una especie en peligro de extinción, señal urgente para su conservación.
Entonces, ¿qué podemos hacer para salvar a esta especie vital y carismática, y cómo podemos contribuir cada uno de nosotros como individuos?
Las personas en los Estados Unidos y Canadá pueden ayudar a las mariposas monarca y otros polinizadores a completar sus largas migraciones plantando algodoncillo y plantas de néctar en sus patios traseros, centros comunitarios o lugares de trabajo. Es importante verificar qué especie de algodoncillo es apropiada para cada región antes de empezar a plantar.
En segundo lugar, todos los sectores de la sociedad deben unirse para abordar los problemas sistémicos a gran escala que hacen que el planeta sea menos hospitalario para las mariposas monarca y muchas otras especies, incluidos nosotros. Para ello, los gobiernos y las empresas deben implementar planes de acción concretos, basados en la mejor ciencia disponible, para estabilizar nuestro clima y restaurar nuestra naturaleza.
La difícil situación de la mariposa monarca migratoria oriental es un claro recordatorio del delicado equilibrio dentro de nuestros ecosistemas y la interconexión de todos los seres vivos. Este Día de la Tierra, comprometámonos a preservar estas criaturas encantadoras y el papel invaluable que desempeñan en nuestro mundo.
