La Facultad de Derecho de la UNAM ordenó a la Comisión de Ética realizar una investigación para determinar “el procedimiento disciplinario” que amerita la actuación de Martha Rodríguez Ortiz, tutora de la tesis de Yasmin Esquivel, magistrada de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Además de este trabajo, EL PAÍS constató que el catedrático había asesorado al menos seis tesis entre 1986 y 2010, con grandes similitudes entre ellas. El escándalo, que estalló a 10 días de la elección a la presidencia de la Corte, va más allá de estos dos temas y daña la reputación de la UNAM, la universidad más importante de México y una de las más relevantes de América Latina, que ha abierto un investigación que aún no ha concluido.
Parece que se acerca el final de una polémica que ha estado llena de extraños giros de guión. La polémica comenzó con la acusación de que Esquivel había copiado una tesis presentada un año después de la suya, en 1986, titulada “Estabilidad en el empleo y crisis económica” y firmado por Edgar Ulises Báez. En las cientos de páginas que completan la obra, Báez define qué es una empresa, los tipos de puestos de trabajo y empleados que existen, su naturaleza jurídica y las medidas proteccionistas que puede tomar el Gobierno. En 1957 Esquivel presentó una tesis idéntica en muchos de sus apartados, comenzando por el índice, que está copiado de la obra de su compañero. Los párrafos que plantean el problema, las gráficas y todos los capítulos que ha podido reseñar este periódico también son como dos guisantes en una vaina.
La inesperada defensa de Esquivel fue un ataque frontal. Denunció que ella fue la víctima y Loranca, la verdadera plagiaria. La ministra aseguró que comenzó a escribir su tesis en 1985, cuando cursaba el quinto semestre de Derecho, y que se la entregó a su asesor. De alguna manera, Báez copió el trabajo, incluyó un trabajo de campo que no hizo Esquivel y lo publicó un año antes que ella. Para defender esta narrativa se apoyó en la Fiscalía de la Ciudad de México, que en seis días determinó que Yasmin Esquivel Mossa “no copió ni en parte ni en su totalidad” la tesis de Báez, sino todo lo contrario.
Tras la elección de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la que resultó electa la magistrada Norma Lucía Piña, la Fiscalía no reconoció el documento con los sellos de su institución. “Esta Fiscalía no se ha pronunciado en ningún momento sobre el tema ni ha hecho pública ninguna conclusión en el sentido de que la denunciante haya sido víctima de plagio”, escribieron en sus redes sociales. La magistrada podría ser expulsada de la Corte Suprema si acepta el plagio, ya que eso invalidaría su título de abogado, necesario para estar en la institución de justicia más importante de la nación.
Suscríbete aquí a Boletin informativo de EL PAÍS México y recibe toda la información clave de la actualidad de este país