La violencia ha vuelto a golpear a una institución judicial mexicana. La jefa de la Unidad Especializada de Combate al Secuestro del Estado de Colima, Martha Esther Rodríguez Cerna, fue asesinada a balazos este miércoles por un comando de hombres armados. Así lo informó la propia Fiscalía en un comunicado. Según las autoridades locales, la funcionaria fue atacada alrededor de las 9:20 de la mañana por varios individuos cuando bajaba de un automóvil oficial. La gobernadora de Colima, Indira Vizcaíno, ha lamentado la muerte de la mujer y ha asegurado que dará con los responsables del homicidio. “A su familia le expreso mis más sinceras y sentidas condolencias. Condeno este cobarde crimen, confío en que la FGE [Fiscalía General del Estado] realizará las investigaciones necesarias”, ha publicado Vizcaíno en su cuenta de Twitter.
Según las primeras investigaciones, el ataque se perpetró en la colonia La Joya, dentro del municipio de Villa de Álvarez, que limita con la capital del estado, también llamada Colima. “Martha ERC perdió la vida cuando estaba recibiendo atención médica. De inmediato se implementó un operativo coordinado en el que participan elementos de seguridad estatal y federal, con el fin de dar con los responsables”, se lee en el comunicado del Ministerio Público estatal. “La FGE lamenta profundamente este crimen y realizará las acciones necesarias para que no se produzca. no quede impune”, agregó.
Colima es uno de los estados territoriales más pequeños de todo México y el que menos población tiene, según el Instituto Nacional de Estadística. La entidad tiene el puerto más grande del país, en Manzanillo, sobre el Pacífico, lo que ha recrudecido la violencia entre organizaciones que responden al Cártel de Sinaloa y al Cártel Jalisco Nueva Generación, que se disputan allí la plaza. Entre enero y noviembre del año pasado se registraron 2.565 homicidios en todo el Estado, que ha reportado un incremento con relación al año anterior, cuando en los 12 meses se registraron 2.496 homicidios.
México vive una escalada de violencia que no puede detener y el sistema judicial no ha podido abstraerse de esa realidad. En diciembre pasado, el juez Roberto Elías Martínez murió tras recibir un disparo en la cabeza cuando salía de su casa en el municipio de Guadalupe, en el Estado de Zacatecas, al norte del país. En enero del año pasado, el juez federal Domínguez Barrio fue asesinado a balazos y acuchillados junto a su hijo en un centro comercial de Jiutepec, en Morelos, pero logró sobrevivir al ataque. La tragedia de este miércoles ha vuelto a despertar importantes voces del poder judicial, que han salido a condenar el crimen, incluso de fiscales de otros Estados.
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