Poco se sabe de las 48 horas que estuvo María Ángela Olguín en paradero desconocido entre la tarde del jueves y la tarde del sábado de la semana pasada. Las únicas certezas ayudan más a saber lo que no pasó que lo que pudo haber pasado en ese intervalo. Fue encontrada con signos de violencia y atada de pies y manos en un campo en Nezahualcóyotl, a 30 kilómetros del lugar donde fue vista por última vez. La última información oficial, dada a conocer este lunes por la Fiscalía de la Ciudad de México, descarta que existan antecedentes de una mafia organizada dedicada al secuestro de mujeres en las inmediaciones de la estación Indios Verdes, donde fue secuestrado Olguín, de 16 años. El portavoz del Ministerio Público, Ulises Lara, en unas breves declaraciones ha llamado a la población a desconfiar de estos rumores, aunque ha evitado precisar si en este caso concreto podría haber un grupo delictivo detrás del crimen. Por el momento no hay detenidos.
“Es importante mencionar que el Ministerio Público no ha documentado ningún caso similar en esa zona y no hay registro de delitos relacionados con la ausencia de niñas, mujeres o adolescentes en las inmediaciones del centro de transferencia modal Indios Verdes o zonas de convergencia. ”, aseguró Lara. “Es de fundamental importancia señalar esto para que la ciudadanía no haga caso a los rumores que se difunden sobre la presencia de una pandilla o grupo delictivo que opera en la zona con este modus operandi”, concluyó.
La posibilidad de haber sido víctima de violencia sexual, hipótesis que ronda el caso desde el inicio, no ha sido confirmada hasta el momento por las autoridades, aunque una fuente de la Fiscalía ha dicho a este diario que es una de las incógnitas que están siendo investigadas. “La adolescente ha sido sometida a evaluaciones médicas y psicológicas para verificar su estado, todo con perspectiva de género, para determinar la posible comisión de alguna conducta delictiva en su contra”, dijo Lara en el comunicado de la dependencia. En una entrevista con EL PAÍS, Rocío Bustamante, madre de Holguín, dijo que su hija notó que “alguien le mordía el brazo”. El Ministerio Público no ha descartado ninguna línea de investigación, como que la menor pudiera haber sufrido algún tipo de sumisión química.
Según declaraciones del director de la Policía Municipal de Nezahualcóyotl, Vicente Ramírez, a el universal, la adolescente denunció que la habían retenido junto con otras dos niñas en un cuarto oscuro. Tonatzin Blanco, de 11 años, y Gabriela Giselle Cabrera, de 14 años, desaparecieron en la misma alcaldía de Olguín, Gustavo A. Madero, en 24 horas. La Fiscalía, de nuevo, solo confirma que están investigando al respecto.
Todo el caso está envuelto en una niebla que no termina de disiparse. Olguín desapareció alrededor de las 17:20 horas de este jueves, hora pico cuando la estación Indios Verdes, nexo clave entre la capital y los municipios del Conurbano, se llena de pasajeros que regresan a casa después del trabajo. Su madre se fue un momento para ir al baño. Cuando se fue, su hija ya no estaba. Nadie vio nada, pero las cámaras de seguridad revelaron después, según el relato de los padres de Olguín, que un hombre se la llevó.
Las siguientes 48 horas fueron de infarto para la familia. Sus familiares y decenas de personas más bloquearon el tráfico durante el fin de semana en la carretera México-Pachuca y bloquearon la salida de la estación de camiones como herramienta de presión a las autoridades. En un país con más de 100.000 desaparecidos, donde cada día son asesinadas 10 mujeres, la ausencia injustificada de una hija en circunstancias sospechosas no suele significar nada bueno. Pero contra todo pronóstico, la tarde del sábado Olguín fue encontrado en un descampado de Nezahualcóyotl, un municipio pobre del Estado de México que lleva el estigma de la inseguridad. La adolescente yacía en posición fetal, cubierta con bolsas de plástico, según el universal. Estaba atada de pies y manos con cordones de zapatos y signos de violencia en su cuerpo.
Lara ha sostenido que los organismos públicos están brindando “apoyo emocional, social y logístico a su familia”. “Se busca establecer cómo ocurrieron los hechos luego del reporte de su ausencia. Equipos de investigación han acudido al lugar donde se encontraba [Olguín] y se realizan diversos análisis de gabinete y de campo, así como cámaras de video para ahondar en lo señalado por la adolescente”. El portavoz ha señalado que una de las líneas de investigación es a través de la geolocalización del teléfono de la menor, para intentar dar con su paradero durante las 48 horas que dura el secuestro.
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