Las víctimas del accidente del metro de la Ciudad de México: “Solo podía pensar en mis hijas”

En lo primero que pensó fue en sus tres hijas, dice Daniela Salmerón. “Todo estaba normal, el metro estaba normal y luego vino el choque. Caí frente a la persona que estaba frente a mí, intenté agarrarme a los barrotes, pero luego hubo otro golpe más fuerte y ya estaba cayendo hacia atrás. El que estaba a mi lado fue arrojado por la puerta. Todos empezaron a gritar, a llorar”, dice este pasajero de uno de los trenes subterráneos que se estrelló este sábado en la Ciudad de México. Su labio tiembla mientras habla, su rostro está roto por el estrés, a pesar de que han pasado horas desde el evento. Todavía no es capaz de entender su mala suerte. “Era un día normal, así”, repite en la entrada del Hospital San Angel Inn, sobre la avenida Chapultepec. “Yo solo pensaba en mis hijas, tengo mis tres hijitas, nunca imaginé que esto pudiera pasar”, dice.

Salmerón iba en uno de los trenes que chocaron este sábado en el norte de la Ciudad de México, entre las paradas Potrero y La Raza de la Línea 3 del Metro, que tiene casi 50 años. El saldo hasta el momento es de un muerto y 59 heridos, según las autoridades. De los heridos, 31 ya han recibido el alta. Otros tres han sido operados de emergencia, según informó esta tarde Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno de la capital. Durante su gestión, Sheinbaum ha vivido tres accidentes graves en el Metro de la Ciudad de México, con muertos y heridos en todos ellos, destacando el de mayo de 2021, que dejó 26 muertos y 100 heridos. Además, está expuesta diariamente a las quejas de los pasajeros y de los trabajadores del subterráneo, quienes protestan por la falta de recursos y material para realizar su trabajo.

Tras el impacto de este sábado, las luces de los trenes se apagaron, las puertas permanecieron cerradas y humo negro comenzó a llenar algunos vagones. Los pasajeros lograron abrir las puertas, pero luego no pudieron salir porque no sabían si las vías estarían electrificadas. Algunos dicen que los servicios de emergencia tardaron 40 minutos en acudir al rescate. Hubo crisis nerviosas y heridos, y otros tratando de hablar con sus familiares, como Olivia Reina Martínez, de 53 años, que quedó encerrada en el segundo vagón de uno de los trenes. Araceli, su hermana, lo cuenta en la entrada del hospital donde toda la familia espera noticias de su hermana: “Nos habló por teléfono. Tenía fuertes dolores en la espalda, en el lado derecho, y se veía muy asustada. Estaba sola en un asiento y dice que sintió el golpe y salió volando debajo de los asientos. Dijo que pisó un cuerpo mientras la sacaban”.

Cuando llegó al hospital, al principio no querían tratarla. “Le hicieron un examen general y como no tenía heridas graves la mandaron a su casa”, dice Araceli. Pero Olivia no se encontraba bien y, como era enfermera y sabía de los problemas internos que pueden surgir varios días después de un accidente de este tipo, insistió en que le hicieran más pruebas. “Así que aquí estamos esperando”, dice su hermana. Lo mismo le pasó a Anabel Ruiz, que iba en el primer vagón cuando se produjo el choque. Los paramédicos la sacaron de la estación, le dijeron que solo tenía una conmoción cerebral y la enviaron a casa. “Pero su esposo insistió”, dijo su hermana, “ella quería que la revisaran porque tenía sabor a sangre en la boca, tenía la pierna derecha muy hinchada y le dolía la cadera, entonces la trajeron a este hospital”.

Aún se desconocen las causas del nuevo accidente, pero se sabe que uno de ellos, el que iba en dirección a Indios Verdes, no se movía al momento del impacto. El que iba en dirección a la Universidad, dicen sus pasajeros, se comportó de manera extraña, hizo paradas entre estaciones. Sheinbaum ha asegurado que va a investigar lo sucedido. “Nuestra prioridad son las víctimas y se hará justicia. Hay una investigación y se van a llegar las consecuencias finales”, dijo el Jefe de Gobierno. El presidente, Andrés Manuel López Obrador, lamentó el hecho en un mensaje publicado en las redes sociales: “Lamentablemente una persona perdió la vida y hay varios heridos. Mi pésame y mi solidaridad”.

Afuera del hospital se encontraba Aida Otaque Bautista, quien se protegió del sol de las 4:00 pm con un paraguas. Había venido a esperar a su amiga de muchos años atrás, quien estaba en uno de los trenes accidentados. “Tardé mucho en ver el mensaje, llamé y me dijo que se sentía muy mal, pero que ya la están evaluando y haciendo pruebas. Tenía la parte derecha del cuerpo muy golpeada, porque quedó atrapada debajo de los asientos”, dice emocionada. ¿Y cómo se llama su amiga? “Ella es una persona maravillosa, Olivia Reina Martínez”, dijo Otaque. Al escuchar esto, la hermana de Reina, Araceli, que estaba sentada en la banca junto a ella, la llamó con un gesto de la mano y la invitó a sentarse a su lado y esperar juntas. No se habían conocido antes.

By México Actualidad

Puede interesarte