La batalla por los horarios en el AICM: la batalla entre el Gobierno y las aerolíneas deja en vilo a los pasajeros

Marco Antonio, de 70 años, observa en silencio la pantalla de “salidas” en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Es mediodía. Viajará a Monterrey por motivos médicos y ha preferido llegar con tiempo suficiente para evitar algún sobresalto tras conocer las nuevas disposiciones para la publicación de horarios de vuelos en el AICM, implementadas este domingo. “Durante décadas estábamos acostumbrados a un formato y ahora las cosas están cambiando para nosotros, sin ninguna información previa. Me parece inapropiado hacer estos cambios de última hora. Es nefasto”, lamenta este lunes. En vísperas de la próxima temporada navideña por Semana Santa, la decisión ‘de las autoridades aeronáuticas ha caído como una bomba para cientos de pasajeros que miran con desconcierto las pantallas o acuden con maletas y gafas de sol a los mostradores para preguntar por el estado de sus vuelo.

Luego de años de operar en un aeropuerto cada vez más saturado, las autoridades del AICM han decidido dar un golpe en la mesa y exponer la brecha que existe entre los horarios que ofrecen las aerolíneas y los asignados por la terminal aérea en las pantallas que muestran las salidas y llegadas de vuelos. Operacionalmente, los pasajeros deben apegarse a los horarios publicados por las aerolíneas, sin embargo, la medida del AICM busca demostrar que las aerolíneas eligen deliberadamente volar en los horarios comercialmente más rentables y no en los horarios que les han sido asignados. No todos los vuelos tienen este problema, algunos están sincronizados, otros apenas registran una diferencia de 15 minutos, pero en los casos más severos el desfase puede ser de hasta 10 horas. Los directivos de Benito Juárez calculan que el 30% de los vuelos no cumplen con los horarios que les ha asignado la terminal aérea. La respuesta de las aerolíneas mexicanas oscila, por ahora, entre apoyar la medida tomada por el gobierno federal y el silencio.

La distinción entre “horario comercial” y “horario asignado” es una anomalía como tantas en México. La brecha comenzó cuando, ante la saturación del AICM, la terminal aeronáutica comenzó a asignar tragamonedas —horas de aterrizaje y despegue— de cada aerolínea. Los de mayor trayectoria y cumplimiento en sus rutas, como Aeroméxico, no tienen problema porque se les asignan los horarios más atractivo en términos de demanda, teniendo en cuenta también el cumplimiento de la temporada aérea anterior. Sin embargo, nuevas aerolíneas como Volaris o Viva Aerobus deberán ajustarse a los horarios restantes, en tragamonedas menos atractivo comercialmente. Según las autoridades aeroportuarias, el problema se origina cuando las aerolíneas tienen un horario asignado por la autoridad, pero eligen deliberadamente aterrizar o despegar en otro horario porque les resulta más rentable.

Desde el punto de vista del Gobierno, la decisión de dejar de publicar los horarios de las aerolíneas en sus pantallas es un primer paso para acabar con un desorden creado tanto por las aerolíneas como por los pasados ​​administradores del AICM. Su actual director, Carlos Ignacio Velázquez, reprocha el comportamiento de las aerolíneas: “No hay dos horarios, la Ley de Aeropuertos de México establece un solo horario que es el horario oficial y atribuye esa responsabilidad exclusiva a la Administración Aeroportuaria a través de su Comité de Horarios, que establece los horarios oficiales, y ¿qué hizo la empresa?, empezó a vender boletos en otros horarios, en franjas muy productivas, con mucha demanda, lo que le dio un beneficio económico”.

Un pasajero mira una pantalla con horarios de vuelos en la Terminal 2, el 28 de julio de 2022.Galo Cañas (CUARTO OSCURO)

El directivo refiere que desde diciembre pasado se advirtió a las aerolíneas que operarían con los horarios oficiales. “Tenemos que ordenarlos a ellos (a las aerolíneas) y a nosotros, en beneficio de los usuarios. Una autoridad debe ejercer autoridad. Y aquí las aerolíneas en ese aspecto hicieron lo que quisieron. Lo que menos queremos es perjudicar al usuario, pero está muy claro, es responsabilidad de las aerolíneas. Nadie va a perder su vuelo, estoy seguro”, asevera. Con nueve meses al frente del AICM, el vicealmirante retirado rechaza categóricamente que esta decisión sea una maniobra para trasladar vuelos al recién inaugurado aeropuerto Felipe Ángeles. La aparición del nuevo aeródromo en la capital, una de las grandes apuestas de López Obrador, ha añadido más tintes políticos al debate sobre cómo afrontar los retrasos y problemas en el principal aeropuerto.

Volaris y Viva Aerobus, en el punto de mira

El subdirector de Operaciones del AICM, Francisco Alvarado Moreno, asegura que a pesar de la polémica y confusión generada, esta no ha sido una decisión improvisada, al contrario, se trata de un trabajo de más de un año que fue debidamente informado a las empresas . Con más de 25 años de experiencia en el aeropuerto, Alvarado Moreno ha sido testigo en primera línea del crecimiento exponencial de un aeropuerto que hasta el año pasado atendió a más de 46 millones de viajeros. “Cuando llega una aerolínea en un horario muy diferente al que ha considerado, es cuando me saturan las habitaciones y me choca la aerolínea que está cumpliendo con el horario. Aeroméxico tiene una diferencia de más o menos 15 minutos, entre el horario asignado con el comercial, el 90% son puntuales y el 10% son esos 15 minutos atrasados. Volaris es donde tenemos problemas porque sí tienen horarios donde están desfasados ​​de 1 a 10 horas, en un 30% de su operación y Viva Aerobus es lo mismo, pero con menos vuelos”, refiere.

Mientras los pasajeros buscan respuestas en las pantallas y en los mostradores de sus aerolíneas, las compañías han tenido una reacción mixta a la nueva medida. El director general de Aeroméxico, Andrés Conesa, afirmó este lunes en conferencia de prensa que los cambios de horarios eran necesarios. “En cualquier aeropuerto del mundo necesitabas eso porque no puedes operar en el momento que tú decides”, dijo el directivo. Viva Aerobus se ha negado a comentar y Volaris solo comentó que sus clientes están siendo notificados para minimizar los impactos operativos a través de su sitio web, aplicaciones y líneas telefónicas.

El subdirector del aeropuerto asegura que el AICM tomará acciones para promover el cumplimiento del cronograma: a todo vuelo que llegue tarde se le asignará una posición remota, aquellos que necesariamente requieran buses para llevar pasajeros de la terminal al avión y viceversa. Según los cálculos del gerente, el 30% de los vuelos tienen desfase entre los dos horarios, el resto sí opera sincronizado. Alvarado defiende que el cambio se da ahora porque hasta el año pasado lanzaron un sistema operativo propio que les permite monitorear los vuelos a partir de la información de tragamonedas asignado y no del tragamonedas comercial. Sin esta herramienta tecnológica, el pedido del gobierno a las aerolíneas era imposible.

Aviones de la aerolínea Viva Aerobus en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Aviones de la aerolínea Viva Aerobus en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.Daniel Augusto (Cuarto oscuro)

Este último intento del AICM de dotar de un balón de oxígeno a sus saturadas instalaciones se suma a una serie de acciones que ya ha realizado para reducir el flujo de pasajeros. En mayo de 2022, a través de un decreto, el Gobierno redujo el número de operaciones por hora de 61 a 52. A pesar de estos esfuerzos, la terminal aérea aún tiene un margen de puntualidad del 65%, cuando el nivel aceptable para un aeródromo de su calado debería ser alrededor del 80%.

El experto en derecho aeronáutico de la UNAM, Rogelio Rodríguez, explica que la regulación de tragamonedas no impactará de la misma manera a las aerolíneas nacionales. Aeroméxico, que tiene más tiempo en el mercado, tiene prioridad en las franjas horarias y por ello sus horarios coinciden en su mayoría con los asignados por la autoridad. Por el contrario, detalla, Volaris ha tragamonedas menos atractivos, y prefieren cubrir una multa y operar en horarios que no son los suyos, pero que comercialmente son más rentables. Ellos serán los más afectados por las nuevas disposiciones del AICM.

El especialista asegura que el AICM no está saturado en todo momento. “Es una presión para las aerolíneas, pero está generando la idea de que el aeropuerto está saturado, para movilizar operaciones al Aeropuerto Felipe Ángeles”, comenta. Rodríguez agrega que no basta con exponer a las aerolíneas a través de las pantallas del AICM para que se cumplan las medidas, por lo que espera que el aeródromo también contemple un paquete de disposiciones para obligar a los operadores a respetar sus horarios. En definitiva, Rodríguez lamenta que la medida esté creando una confusión innecesaria entre los viajeros: “Está golpeando la tranquilidad de los pasajeros, que están esperando en un aeropuerto”.

Suscríbete aquí hacia Boletin informativo de EL PAÍS México y recibe toda la información clave de la actualidad de este país

By México Actualidad

Puede interesarte