El Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha decidido prorrogar la presidencia de Alejandro Alito Moreno hasta 2024. En una sesión extraordinaria rodeada de polémica, una abrumadora mayoría de la tricolor ha apoyado que el mandatario se mantenga en el cargo hasta después de las elecciones presidenciales. La decisión es relevante, sobre todo, porque le da a Moreno la última palabra para decidir quiénes serán los candidatos que el partido lleva a las elecciones. El sector crítico con la actual dirección denuncia que se trata de una maniobra a la medida de Alito para mantener el control de los resortes del partido y perpetuarse en el poder. La prórroga del mandato es una facultad que existía sólo para casos excepcionales y que fue prorrogada durante su Administración. “¿Qué cara vamos a poner si no podemos certificar la democracia dentro del partido?” Dulce María Sauri, expresidenta del PRI y una de las opositoras a la prórroga del mandato, ha afirmado en una entrevista.
Entre gritos de “Alito, te queremos” y peluches con su nombre, Moreno encabezó este lunes la polémica sesión para prolongar su presidencia. Sin transmisión ni invitación a los medios, el partido dio luz verde para que el líder permanezca en su cargo y elija a quienes integrarán las listas del tricolor en las próximas citas a las urnas, que incluyen también la presidencia de la República, la elección de nueve gubernaturas y renovación del Senado y la Cámara de Diputados. Los defensores de la actual dirección han sostenido que la extensión del mandato es la única forma que tienen para asegurar la estabilidad del partido frente a la alianza que mantiene con la oposición camino a las urnas. La votación ha quedado en 518 votos a favor de la prórroga y tres votos en contra. “Agradezco a la militancia priísta su confianza y apoyo en esta importante decisión que fortalecerá el trabajo a favor del PRI y del país”, publicó el dirigente político luego de realizada la votación.
En diciembre del año pasado, el polémico líder impuso en una abrumadora votación del Consejo Político Nacional —leal a su presidente— una reforma a los estatutos del partido para extender su mandato. En la sesión estuvieron ausentes representantes históricos del partido, como los senadores Miguel Ángel Osorio Chong y Claudia Ruiz Massieu, quienes se han mantenido críticos con la dirigencia tricolor. Ese día el Consejo modificó el artículo 83 de los estatutos que decía que un presidente podía prorrogar su mandato cuando las elecciones internas coincidieran con un proceso electoral en el país. A esta línea se agregó la posibilidad de que la prórroga se realice hasta 90 días hábiles antes de las elecciones nacionales.
Como Moreno fue electo presidente del partido hasta el 18 de agosto de 2023 y el proceso electoral para elegir al próximo presidente de México inicia el 1 de septiembre, el Consejo Político Nacional ha evaluado y aprobado que Alito se quede hasta el final de las elecciones de 2024. “Nunca había pasado algo así en el partido”, dice Sauri, “cuando se hace una modificación no puede favorecer al actual presidente, tendría que aplicarse desde los próximos presidentes”. Para el exsenador y exdiputado por Yucatán, no hay razón suficiente para aplicar el artículo. “Hay tiempo de sobra para hacer una nueva elección”, agrega. Sauri critica los argumentos utilizados por los defensores de Moreno, quienes dicen que da estabilidad de cara a la alianza con los otros. partidos de oposición: “No entiendo cómo pueden hacer depender de una sola persona los compromisos que se han hecho con otros partidos”.
La ampliación del mandato de Alito ya había tenido su batalla en los tribunales electorales. En febrero de este año, el Instituto Nacional Electoral (INE) invalidó la reforma a los estatutos impulsada por Moreno y estableció que la tricolor debía convocar a un proceso interno para elegir un nuevo presidente este año. La revisión del árbitro electoral se produjo después de que Osorio Chong y Ruiz Massieu impugnaran la enmienda realizada en diciembre. Pero Alito no se quedó de brazos cruzados y recurrió al Tribunal Federal Electoral, quien tuvo la última palabra. La máxima instancia de justicia electoral en México coincidió con el mandatario y avaló la reforma impuesta, que permitió la realización de la sesión de este lunes.
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