Decenas de mantarrayas encontradas muertas en playas de Huatabampo después de que funcionarios locales les quitaran los aguijones

Rayas muertas en la playa de Huatabampito, en el Estado de Sonora, el 9 de abril.Protección Animal Hermosillo (RR SS)

Casi una semana después de que funcionarios de Huatabampo, en Sonora, mutilaran el aguijón de cientos de rayas para proteger a los bañistas en Semana Santa, decenas de ejemplares de la especie han aparecido sin vida en la orilla de la misma playa. El hallazgo provocó una ola de indignación y protestas en las redes sociales, por lo que la coordinadora municipal de Ecología, Elizabeth Guerrero Moreno, presunta responsable de la medida, fue destituida de su cargo por orden del alcalde del municipio, Juan Jesús Flores Mendoza. quien declaró que no se podía tolerar ninguna acción contra los rayos, “cualquiera que sea la razón”. “Somos un gobierno municipal donde el orden es premisa obligada de todos y cada uno de los funcionarios, nadie tiene la potestad de tomar decisiones unilateralmente, sin consultar a su superior jerárquico”, declaró el alcalde en un comunicado posterior al evento.

La semana pasada, el Ayuntamiento anunció en un vídeo que había llevado a cabo la mutilación de las rayas para que los visitantes de una de las playas más concurridas de la región pudieran bañarse “sin ningún percance”. Las imágenes mostraban a los trabajadores municipales atrapando al pez bebé y luego extrayéndole la espina venenosa. Las rayas tienden a acercarse a la costa en busca de aguas cálidas, lo que en ocasiones provoca accidentes con los bañistas.

“Era algo que se podía prever, el manejo de los animales fue pésimo. Los capturaron con redes y muchos quedaron atrapados. No sabemos cuánto tiempo estuvieron atrapados allí antes de ser arrastrados, quitándoles el aguijón por descuido y tirándolos de vuelta al mar desde lejos”, dice Jaqueline García, experta en impactos ecosistémicos del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD). Según el especialista, tampoco se puede saber el número de rayas afectadas por esta práctica, “porque no se realizó ningún conteo ni seguimiento del impacto ambiental del lamentable procedimiento”.

“Hay que hacer una investigación de los ejemplares que han aparecido muertos en la playa, para saber cuántos había en total, cómo estaban dispersos por la zona, si tenían espinazo o no”, coincide el veterinario. y la directora del Centro de Rescate, Rehabilitación e Investigación de Vida Silvestre (Crrifs), Elsa María Coria, para quien “son muchos los factores que pueden estar involucrados en la muerte de estas rayas, entre ellos el manejo que les dieron los funcionarios del Ayuntamiento”.

Sin embargo, como señala García, “esta práctica se viene dando desde hace muchos años y ya había sido puesta en conocimiento de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa)”, el organismo que atiende la denuncia de los ambientalistas, y que , tras la aparición de los ejemplares muertos, investiga ahora si la decisión del Ayuntamiento tiene relación con el reciente hallazgo de rayas muertas.

“Debido a la reacción del pueblo, la Profepa se ha pronunciado, anunciando que interpondrá una sanción económica a los responsables. Pero, esto es algo que se viene denunciando desde hace mucho tiempo, y hasta ahora no habían hecho nada”, dice el experto de la CIAD, quien califica de “lamentable como inútil” la decisión tomada por el municipio para proteger a los turistas.

Con el objetivo de reducir el impacto de las picaduras de estos peces, en 2007 científicos estadounidenses ya habían realizado el experimento de quitar el aguijón a las rayas en la playa de Seal Beach, California. “Sin embargo, lo hicieron bajo un protocolo y evitando en todo momento el sufrimiento de los animales. Aun así, la medida no sirvió para reducir el número de picaduras”, añade el experto.

Según los resultados de la Estudio científico, de las 2.183 rayas capturadas a las que se les extrajeron las espinas venenosas, solo 13, el 0,06% del total, fueron recapturadas en un período de tres años. “Estos peces se mueven mucho, no se quedan en la misma playa. Lo que demuestra la inutilidad de la medida. Pues las mantarrayas a las que se les quitó el aguijón, que tardan hasta un año en regenerarse, se van a otros lugares y otras llegan con el espinazo intacto”, dice García, quien considera urgente que el municipio de Huatabampo tome medidas básicas para proteger bañistas sin afectar a las rayas, “como poner un cartel avisando de la presencia de estos peces y emitir un comunicado con recomendaciones para evitar accidentes: como no nadar en zonas apartadas, entrar con cuidado en el agua y arrastrar los pies por la arena. llegan de repente, no les damos tiempo de huir y es para defenderse que atacan”, zanja.

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By México Actualidad

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