Las autoridades de Estados Unidos han entregado este miércoles a México a Alejandro Tenescalco, supervisor de la policía de Iguala durante el ataque contra los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, en septiembre de 2014, en el municipio. La Fiscalía General de la República (FGR) acusa a Tenescalco de secuestro y delincuencia organizada por parte de los caso ayotzinapa. El expolicía llevaba casi nueve años en busca y captura. El Gobierno ofreció diez millones de pesos, poco más de medio millón de dólares, por información sobre su paradero.
Entre los que huyeron, Tenescalco fue una de las piezas más importantes del rompecabezas de Ayotzinapa. Desde 2015, el GIEI, el grupo de expertos que investiga el caso por mandato de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ha señalado la relevancia del agente, a cargo del operativo policial en Iguala la noche del 26 y el madrugada del 27 de 2014. Carlos Beristáin, miembro del GIEI explica: “Habíamos insistido en su búsqueda y captura desde nuestro primer reporte. Es alguien clave esa noche”.
Según informó el Instituto Nacional de Migración (INM) en un comunicado, Tenescalco “fue asegurada el 20 de diciembre de 2022 por la Patrulla Fronteriza al ingresar irregularmente a territorio estadounidense. Hoy se determinó que no cumplía con los requisitos para que se le concediera asilo en el vecino país. Hasta el momento se desconoce el paradero del expolicía estos años, por qué intentó cruzar la frontera en este momento o si viajaba con sus documentos.
El instituto agregó: “Poco antes del mediodía, elementos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos lo entregaron a agentes federales del INM con el fin de ingresarlo a territorio nacional y dejarlo bajo la custodia de la representación de la Procuraduría General de la República”. República por el cumplimiento de una orden de aprehensión dictada por un juez en 2015″.
Tenescalco es uno de los grandes interrogantes en el caso Ayotzinapa, por lo que hizo la noche de los hechos y, también, por lo que pueda aportar sobre lo que hicieron otros atacantes. A lo largo de estos años también se ha especulado que el ex agente era El Caminante, una figura misteriosa que tuvo comunicación con media docena de policías de Iguala la noche del ataque, en diferentes escenarios. Ni el GIEI, ni la comisión gubernamental que investiga el caso, ni los abogados de las familias de los 43 dan por sentada esta posibilidad, aunque tampoco la descartan.
Según los informes que ha ido publicando el GIEI a lo largo de los años, Tenescalco estuvo en uno de los principales escenarios del ataque, la calle Juan N. Álvarez y el cruce con Periférico. En el informe I, el GIEI cita el testimonio de otro policía de Iguala, Raúl Cisneros, quien dice: “[Ahí estaba] el supervisor Tenescalco, armado con su arma larga, se dirigía hacia donde yo estaba y, antes de que me alcanzara, dos individuos me sujetaron por el cuello por la espalda. En ese momento luché para quitármelos, y en ese momento el supervisor de Teneschalco disparó algunos tiros, aparentemente con su arma corta, sin poder precisar cuántos. Corté el cartucho con mi arma larga y disparé dos tiros al aire, por lo que en ese momento los sujetos me soltaron”.
De ese lugar, policías de Iguala, apoyados por el grupo criminal Guerreros Unidos, sacaron a parte de los 43 estudiantes desaparecidos esa noche. Los muchachos habían llegado a Iguala en la tarde, con la intención de tomar unos buses y llevarlos a su escuela. Salieron de la terminal en cinco buses, tres con dirección norte, hacia Juan N. Álvarez, y dos con dirección sur. En Juan N. Álvarez, policías de Iguala sacaron a los muchachos del autobús que iba en la parte trasera de la procesión, luego de perseguirlos y dispararles. Eran alrededor de 20.
Tenescalco también habría estado en otros escenarios del ataque. Otro policía de Iguala, Alejandro Mota, declaró, por ejemplo, que Tenescalco conducía una de las patrullas que patrullaban el Periférico, circunvalación que rodea la localidad, tras el ataque al Palacio de Justicia, en las afueras de Iguala. a. De los dos buses que llegaron al Palacio de Justicia, policías y delincuentes se llevaron a los muchachos del bus de enfrente, alrededor de 15.
De igual forma, el grupo de expertos sugiere que es probable que el ex agente haya estado cerca de Barandilla, un recinto de la Policía de Iguala donde la FGR cree que agentes y delincuentes acumularon estudiantes durante su desaparición. “La activación de los celulares de al menos seis policías de Iguala los ubica en la zona cercana a la comandancia [Barandilla] entre las 23:10 y las 23:57 horas del día 26 de septiembre, es decir, se encontraban en este lugar o sus alrededores, a la hora en que los estudiantes habrían permanecido en el Comando. entre patrullas [de la Policía de Iguala] cuyos ocupantes pudieron estar en este sitio es el número 20 y el número 18, asignados a Alejandro Tenescalco Mejía”, dice el informe.
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